jueves, 19 de septiembre de 2013

¿Puede el amor convertirse en adicción?



Si, de hecho es muy frecuente.

Cuando uno se encuentra "enamorado" vive en un estado profundamente satisfactorio. Se siente intensamente vivo. Su existencia se ha vuelto repentinamente significativa porque alguien lo necesita, lo desea y lo hace sentir especial. El sentimiento puede volverse tan intenso que el resto del mundo se desvanece en la insignificancia.  Solo existe él para ella y ella para él. Este estado de amor, de unión máxima, de sincronismo entre dos almas, lo recojo en el poema "Las Métricas ocultas del amor" que se incluye en el libro que publicaré en noviembre,

Si el amor alcanza un punto tan enormemente poderoso, uno corre el riesgo de volverse adicto a la otra persona. No necesariamente, solo digo que corre el riesgo. En tal caso, la adicción se manifiesta de muchas formas y en varios planos, el físico, el psicológico… Dentro de ellos, posiblemente la unión sexual es la experiencia más profundamente adictiva que puede ofrecer el reino físico. Por conseguir una dosis de esa "droga" que calme la adicción, el ser humano está dispuesto a hacer de de todo. Mi poema "Llamada a media noche", que podréis leer en La Química o el Amor, es un claro ejemplo de lo que acabo de decir.

Como cualquier otra adicción (alcohol, drogas, trabajo,...) este tipo de amor también conduce al fracaso personal. Fracasa la relación afectiva y se produce el abandono. Cuando una persona adicta es abandonada, en un instante puede pasar de la felicidad absoluta a surgir dentro de él o ella la más intensa tristeza y la desesperación más profundas. Esta desesperación queda de manifiesto en un poema llamado "Debajo de la almohada", también incluido en el libro.

La pregunta entonces es: era amor desde un comienzo o no lo era? Pudo ese amor maravilloso convertirse después en un apego adictivo?. A ello me refiero  "Vivir esa mitad" que se publicará en La Química o el Amor.

- José María Garrido -

1 comentario:

  1. Te doy la bienvenida como seguidor de mi blog. Compartimos el gusto por la poesía y la reflexión sobre el amor.
    De mi libro "l'amor és falç" ahí va la traducción de este soneto:

    Eres un caudillo, amor, un tirano sanguinario
    que no te basta con los grilletes de hierro al rojo vivo
    que me deshacen los tobillos. Me anulas con engaños
    y con la falsedad de venenos y filtros mágicos.

    Ya no pienso. Sólo babeo, necio,
    bajo el dominio mórbido de un sufrido claro de luna
    y ahora me haces creer que el temblor de los miembros
    es superior a la libertad perdida.

    Mira que te digo, escucha, cuervo de mal agüero:
    el dolor es mucho más cierto que tu vuelo apagado
    que amenaza la alondra, el mistral y la luz,

    y el entendimiento nunca gana en nobleza
    por tus penurias, que me estimulan, sólo,
    un inútil exceso de sufrimiento y bilis.

    Salud
    Francesc Cornadó

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