lunes, 30 de septiembre de 2013

La hora de Judas



Nunca creas
en las promesas
que te hago
cuando pido
la tercera copa.

No creas nunca,
nunca creas,
en esas dos palabras
que digo al oído
con labios de champán.

Es la hora de Judas,
verdades a medias,
y frases sacadas de contexto...

la vida que invento en los bares
a las tres de la mañana.

- José María Garrido -

viernes, 27 de septiembre de 2013

Nueva York Amanece


Esta ciudad
se desangra por los aires,
esparce espumas moradas
llenas de olas,
llenas de ti, 
vacías de mí…

Este amanecer
tan nuestro un día,
no sabe hoy
encontrar las razones
para ti,
para mí…

Nueva York amanece
en el último abrazo,
entre los puntos cardinales
de un beso dado al azar.

Nueva York amanece
y tú
no estás a mi lado.

- Poema de José María Garrido -
- Cuadro de Chanty G. -

jueves, 26 de septiembre de 2013

Recitando 'Campos de Fresas'


Me sorprende
lo marginal
de tu idioma
cuando yo digo sí
y tú
pestañeas no

Recitando un extracto del poema 'Campos de Fresas' de José María Garrido, incluido en 'La Química o el Amor'
 

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Farmacia de Guardia (extracto)


Mi cerebro
es una farmacia de emociones
abierta veinticuatro horas,

pensamientos
que despacho sin receta, cayendo rendidos
al filtro del alma:

algo de “yo no puedo”
cada lunes,
un poco de “yo sí puedo”
cada martes,
según me dé.

- José María Garrido, La Química o el Amor -

martes, 24 de septiembre de 2013

Manhattan


Los edificios de Manhattan
son siempre lunes. 

Hombres grises
anclados en el agua,
sobre una manzana marina.

Yo vine a jugármelo todo:

a una carta,
a un barranco,
a la luz roja
de un semáforo,
a quedarme
a solas,
sin tabaco,
resistiendo madrugadas.

A tí
no voy a engañarte,
gané la partida
porque tengo mucho de lunes
y un no se qué de ancla.

Cuadro 'Manhattan' de Ester Perez
Poema: José María Garrido

viernes, 20 de septiembre de 2013

¿Necesitas un cambio en tu vida? Te recomiendo leer: El Poder del Ahora, de E. Tolle


La Química o el Amor, libro que publicaré el próximo mes de noviembre con Chiado Editorial,  le debe mucho a mi amigo Álvaro Navarro, a quien puedes seguir en twitter @BeingAMensch, empresario y fantástico profesor del Instituto de Empresa, escuela donde fuimos compañeros de aula allá por 2006. La verdad es que nunca se lo he dicho a él directamente, qué cosas…, pero literalmente es así. 

Gracias Álvaro,  porque un día se te ocurriera recomendarme un libro: EL PODER DEL AHORAde E. Tolle. Eso sí, mientras nos fundíamos un par de whiskys y una tertulia maravillosa en la sobremesa de uno de nuestros restaurantes favoritos.

El libro no tiene desperdicio, y ahora soy yo el que lo recomienda fervientemente a todo el mundo, en especial a aquellas personas que necesitan un cambio en su vida por el motivo que sea, un cambio profesional, un cambio personal, un cambio por un problema con su pareja, para superar una ruptura, una adicción... Es un verdadero manual aplicable a muchos casos, no voy a particularizar,  porque ante todo es un libro esencial que esconde los secretos para vivir y ser feliz desde ahora mismo.

La realidad: nos pasamos media vida sufriendo por cosas que no tenemos, penando por personas que ya no están, preguntándonos por qué..., buscando una explicación a sucesos que tuvieron lugar en el pasado, dándole mil vueltas a aquello que pasó, añorando el pasado, incómodos por hechos que ya no podemos cambiar.

Y la otra media vida, la pasamos esperando a que ocurra algo en el futuro que mejore las cosas, que se resuelva tal o cual cosa, que aparezca esa persona especial, que cambie no sé qué, en fin, hasta que nos toque la lotería… El caso es que le dedicamos tanto tiempo a  vivir el pasado, a proyectar el futuro, que en el fondo nos convertimos en esclavos de nuestra mente, somos infelices cada instante y desaparece por completo la noción del PRESENTE, que por cierto es lo único que realmente vivimos.

En 'Menú del día', poema incluido en La Química o el Amor, la idea se expresa de forma clara. He escrito bastante sobre este sentimiento porque que me acecha a menudo. La lucha contra el tiempo, contra mi propio “yo”,  contra un pasado que no puedo cambiar, que añoro, contra un futuro que quiero alcanzar pero no puedo... Mientras que todo es mucho más simple: El Poder del Ahora.

Solución: vivir tres palabras mágicas para ser feliz: “hoy, aquí, ahora”.

Cómo llegar: lo descubrirás tú mismo mediante la lectura del libro.

Que lo disfrutes!!

Si alguno lo habéis leído ya, me alegrará recibir vuestros comentarios...

jueves, 19 de septiembre de 2013

¿Puede el amor convertirse en adicción?



Si, de hecho es muy frecuente.

Cuando uno se encuentra "enamorado" vive en un estado profundamente satisfactorio. Se siente intensamente vivo. Su existencia se ha vuelto repentinamente significativa porque alguien lo necesita, lo desea y lo hace sentir especial. El sentimiento puede volverse tan intenso que el resto del mundo se desvanece en la insignificancia.  Solo existe él para ella y ella para él. Este estado de amor, de unión máxima, de sincronismo entre dos almas, lo recojo en el poema "Las Métricas ocultas del amor" que se incluye en el libro que publicaré en noviembre,

Si el amor alcanza un punto tan enormemente poderoso, uno corre el riesgo de volverse adicto a la otra persona. No necesariamente, solo digo que corre el riesgo. En tal caso, la adicción se manifiesta de muchas formas y en varios planos, el físico, el psicológico… Dentro de ellos, posiblemente la unión sexual es la experiencia más profundamente adictiva que puede ofrecer el reino físico. Por conseguir una dosis de esa "droga" que calme la adicción, el ser humano está dispuesto a hacer de de todo. Mi poema "Llamada a media noche", que podréis leer en La Química o el Amor, es un claro ejemplo de lo que acabo de decir.

Como cualquier otra adicción (alcohol, drogas, trabajo,...) este tipo de amor también conduce al fracaso personal. Fracasa la relación afectiva y se produce el abandono. Cuando una persona adicta es abandonada, en un instante puede pasar de la felicidad absoluta a surgir dentro de él o ella la más intensa tristeza y la desesperación más profundas. Esta desesperación queda de manifiesto en un poema llamado "Debajo de la almohada", también incluido en el libro.

La pregunta entonces es: era amor desde un comienzo o no lo era? Pudo ese amor maravilloso convertirse después en un apego adictivo?. A ello me refiero  "Vivir esa mitad" que se publicará en La Química o el Amor.

- José María Garrido -

miércoles, 18 de septiembre de 2013

La tiranía de la distancia (extracto)


Como el día que siempre espero,
que no llega a mi vida pero vuelve,
he pasado inédito,
sin prisa,
por esa forma de amar tan tuya
que sigue la senda de mi olor hasta la cama.

- José María Garrido, La Química o el Amor -

lunes, 16 de septiembre de 2013

Duermes




Me gusta cuando duermes,
te apagas en cierta forma,
te enciendes en otra,
giras de repente,
en una posición casi esférica
te desvaneces.

Tus ojos
descargan movimientos
cada vez más lentos,
hacia arriba primero,
hacia abajo después,
sufres un leve achatamiento
polar sobre la cama,
baja el pulso, la presión,
tu respiración se apaga.

Inconsciente de la parálisis
motora que te desciende,
yo te hablo, tú no escuchas,
recoges la energía de la luz
de las farolas, la calle
queda a oscuras.

La luz que atrajiste
te ayuda a entrar en un modo
extraño de auto-combustión,
eres materia caliente orbitando
a mi alrededor, ardiendo,
a bocanadas.

Intentos de rotación-traslación
buscándome a la espalda.
me encuentras, conducción:
transmisión de calor entre dos cuerpos
cuando entran en contacto.

Al despertar, dices:
Sabes que sudas por la noche, amor?

- José María Garrido, La Química o el Amor -

viernes, 13 de septiembre de 2013

Bucle infinito




En una pestaña
se escribe la historia.

Del mismo modo
que te amo cuando llego,
no te amo cuando parto,

aunque me parto girones
por llegar.

- Jose María Garrido, La Química o el Amor -

jueves, 12 de septiembre de 2013

El lenguaje de los remos


Tus manos no saben de ideología,
no conocen la política,
hablan el lenguaje de los remos, 
de las gaviotas en los puertos,
todo aquello que tocan
queda anclado,
sin horario, 
detenido entre paréntesis.

Pero esta noche tus manos
no han venido a este remoto
rincón de mi cuerpo a charlar,
han venido
a confirmar que lo saben,
que conocen mis derrotas,
que las comprenden,
a borrar mis dudas,
los presagios extraños.


- José María Garrido -

En tus ojos



En tus ojos
la luz es octubre,
una luz tuya,
más extensa, 
otra manera de mirar,
de buscar en mar abierto 
los botes hundidos.

En tus ojos
la nostalgia
es un mástil partido,
el mensaje enviado
en una botella,
la ola que aleja de mí
las palabras dichas.


- José María Garrido -

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Después de las pisadas




Se nos acaba la noche,
nos margina la luz y su intención,
bajo esta asamblea de sombras llegando,
fundiéndose a los límites del silencio,
tu cuerpo parece distinto, más lejano,
quieto en un azar solo tuyo.

Sobre el mismo temor de un sueño,
al filo de lo que entonces también sentimos,
la despedida parece hoy
una opción demasiado viva. O quizá
se mantenga atada a nuestros labios todavía,
porque pagamos el precio de antemano
de lo que no quisimos saber o no supimos ver.

Decir adiós no es mi fuerte,
me enseñaste a volver justo en ese instante
en que el deseo escoge el calor de un cuerpo
por miedo a dormir solo.

Pero se nos agota la noche, amor,
nos tantea,
viene en dirección contraria a la cama fría,
al humo turbio de la luna que vigila
pidiendo tiempo muerto a la razón,
a la distancia escrita en un amanecer
en el que acabamos de dejarnos.

Nada indica que mañana la vida tenga
ganas de cambiar las cosas,
comprender,
justificar los sentimientos,

echarnos una mano al otro lado de los años,
cuando se van perdiendo nuestras
huellas por los túneles de marzo,
y los pasos imprecisos y las pausas extrañas.

A nuestro alrededor
restos de bocas juntas
lamen los perros en la madrugada,
momentos de labio quemados por la luz
desnudan al diente por los besos.

Hoy sabemos que pronto,
cada paso que dimos en la noche,
morirá en las aceras después de las pisadas.


- José María Garrido -

Al sur del dormitorio




Es increíblemente dulce todavía
la firma de tus dedos sobre mi piel,
cuando en esa hora o en ese abrazo 
dejamos de ser compañeros de piso, 
conocidos cercanos que navegan 
un mismo mar de días distintos.

Pero es bonito
compartir contigo el paraíso,
llegar a una playa desierta
de sábanas blancas y pezones
turquesa, encontrarnos tendidos
al sur del dormitorio,
una tarde cualquiera,
y dejar que el amor nos sorprenda
como un pariente lejano
que llega de improviso.

Reconozco
la brusquedad que tienen
mis regresos, porque me hace
sentir más salvaje el transcurso
del tiempo que fui a la deriva,
perdido en tempestades,
surcando el silencio.


que no tendrás en cuenta
la torpeza de mis manos de náufrago,
mi sed de venganza, la ansiedad
de tierra firme que tiene mi espalda.

Que perdonarás la culpa, el vicio,
el crimen, el sudor deseado,
el placer inmediato comenzado en los ojos
mucho antes de tocarte,
todo lo que devuelve mi cuerpo
a tu cuerpo sin pedirte permiso.

Bajo la luz azul de esta noche tropical
la piel recién caliente parpadea,
encuentra la manera perfecta de desesperarnos,
tú en mí,
yo en ti.

Y acabas
como siempre posando tu vida
en el hueco que ofrece mi axila,
el lugar donde reponerte,
donde hablar sin palabras,
donde decírmelo todo
en ese idioma de respiración
–que es el nuestro – que solo entienden el paso de los años
y el verdadero amor.


- José María Garrido -

martes, 10 de septiembre de 2013

Campos de fresas





Me sorprende
lo marginal
de tu idioma
cuando yo digo sí
y tú 
pestañeas no,

campos de fresas 
mastican tu gesto
para dejarme en silencio,

para sentir
hondo
la palabra más leve
borrarse
en tus labios.


- José María Garrido -

El tiempo en sus manos





Voy a robar al tiempo
las cosas que tú nombras,
a sumar
las palabras dichas al oído,
a ponerlas sobre mis manos,
en su sitio exacto,
sin peso, 
sin latido.

Voy a dejar que tus besos
sean sonido
de grifos en el tiempo,
lograr que una gota
recorra cien kilómetros
de labio, para convertirse
en nosotros,
y poder decir "amor",
y no decir "sin ti",
y "repetir lo irrepetible".


- José María Garrido -

lunes, 9 de septiembre de 2013

Entre Chopin y Sabina



Quiero que mi poesía sea el lugar en que Chopin y Sabina, juntos se encuentren de copas.

Que mi madrugada, quizá les sorprenda demasiado bebidos mientras pago yo la siguiente ronda.

Que sea el mar, de aceras y de verdes avenidas, donde Machado y García Montero naveguen conmigo, y a solas, hundirme en un puño de olas que bien sé que nunca volverán a la orilla.

Quiero que mis poemas sean las canciones de Garcilaso, pero solo para que TÚ, solo para que TÚ, Benjamin Prado, enseñes al mundo la forma más bella que tienen dos poetas de "romper una canción".

Quiero que mis versos aprendan de San Juan todo aquello que, de pagano, a diario aprendo en los periódicos.

Quiero tocar la palabra suave y quiero recuperar la piedra desnuda que Juan Ramón arrojó, una tarde de enero, a su estanque de nostalgia.

Pero quiero, sin embargo, quiero tropezarme con la dura roca de bulevar y de diamante que me duele tanto, que me mata poco poco al leer, en esta hora penúltima, los versos de García Casado.

- José María Garrido -

miércoles, 4 de septiembre de 2013

El juego de las mareas



Un vaso 
que contiene agua de mar 
lleva el mar dentro. 
Es el mar
pero a la vez 
no lo es. 
Pensando en nosotros, 
tú eres vaso
y yo
soy mar.
Admítelo,
a ti
te gusta jugar
a las mareas,
llevarme dentro
y a la vez
no llevarme.


- José María Garrido -